Is There a Phantom of the Opera?
Empecemos con un repaso rápido: Gaston Leroux, escritor de varias novelas de misterio como El Misterio del Cuarto Amarillo y El Perfume de la Dama de Negro, escribe en 1910 la que sería su novela más exitosa: El Fantasma de la Ópera. En ella mezcla una historia de amor trágico con una trama de suspense y horror en la que el principal personaje es un hombre misterioso que viaja por los pasadizos secretos de la Ópera de París. la historia resulta tan cautivadora que es adaptada varias veces al cine, como las versiones de Lon Chaney, de Nelson Eddy o las dirigidas por Terence Fisher o Dario Argento, muchas de ellas modificando la historia pero manteniendo el espíritu de la novela (por cierto, una de mis versiones favoritas es El Fantasma del Paraíso, versión rockero-setentera del mito, dirigida por Brian DePalma). En 1987, Andrew Lloid Webber adapta la historia, esta vez en forma de musical, para el teatro. El éxito es abrumador y aun hoy en día se sigue representando por todo el mundo, incluso traduciendo las canciones... Pero sobre eso ya trataré más tarde.
El caso es que tal éxito hace que se hable de llevar el musical al cine. Por desgracia el final de los 80 y principio de los 90 no es una época demasiado boyante para un género que desde hace años está de capa caída. Todo intento por actualizarlo ha resultado un sonoro fracaso, así que el proyecto se va retrasando, mientras los diferentes rumores sobre quienes deberían protagonizarlo se multiplican, pasando por los actores que lo interpretaron originalmente en el teatro hasta por Antonio Banderas, que incluso pasa varios años preparando su voz para el papel. Por fin, tras 17 años, el musical es llevado al cine por Joel Schumacher, director capaz tanto de lo mejor como de lo peor. ¿El resultado?
Antes de pasar a eso, diré que el mito del fantasma de la ópera siempre me ha encantado, me ha parecido fascinante, y eso que confieso no haber leído la novela original de Leroux. Eso sí, recuerdo haber visto varias de las versiones que se han hecho de la misma a cine (incluso tengo un vago recuerdo de una hecha para televisión hacia final de los 80/principio de los 90, no demasiado buena), y cuando en un viaje de fin de curso con el colegio nos fuimos a Londres y nos llevaron a ver el musical, me quedé anonadado. Me encantó. Por eso cuando ayer me propusieron el ir a ver la adaptación a cine, no lo dudé un instante. Y esto es lo que me pareció.
Primero, hay que decir que la película me pareció una joyita. Es de lo mejor de Schumacher, sin duda. Unos decorados espectaculares, una ambientación perfecta, una puesta en escena grandilocuente... Todo lo que pide ese musical y más. Los actores en general, bien elegidos (aunque creo que Banderas hubiera quedado mejor de Fantasma que Gerard Butler), el romance, el misterio y las pinceladas de humor bien llevadas todas ellas... Y todo esto, por desgracia, destrozado en este país. ¿Por qué? Porque al parecer a alguien se le ha ocurrido que lo mejor era doblar las canciones al castellano y que las voces las pusieran los mismos actores que interpretan el musical en Madrid. Así tenemos que tragarnos no solo unas adaptaciones de las canciones no muy buenas, la verdad, con traducciones y rimas forzadas y que en muchos casos no se adecuan a lo que aparece en pantalla. Y lo que es peor, un doblaje nefasto en las partes habladas de los principales personajes. Porque no dudo de que los señores Juan Carlos Barona, Julia Möeller o Paco Arrojo sean grandes cantantes, pero desde luego, como dobladores, son terriblemente malos, sobre todo Paco Arrojo, una de esas voces que chirrían en tus oídos cuando las oyes.
En definitiva: Una película que, por su espectacularidad, merece ser vista y disfrutada en cine, pero que, dada la cagada de traducir las canciones, es mejor esperar a ver en DVD en versión original subtitulada.
Pena que no haya ningún cine por aquí que la dé en V.O....
El caso es que tal éxito hace que se hable de llevar el musical al cine. Por desgracia el final de los 80 y principio de los 90 no es una época demasiado boyante para un género que desde hace años está de capa caída. Todo intento por actualizarlo ha resultado un sonoro fracaso, así que el proyecto se va retrasando, mientras los diferentes rumores sobre quienes deberían protagonizarlo se multiplican, pasando por los actores que lo interpretaron originalmente en el teatro hasta por Antonio Banderas, que incluso pasa varios años preparando su voz para el papel. Por fin, tras 17 años, el musical es llevado al cine por Joel Schumacher, director capaz tanto de lo mejor como de lo peor. ¿El resultado?
Antes de pasar a eso, diré que el mito del fantasma de la ópera siempre me ha encantado, me ha parecido fascinante, y eso que confieso no haber leído la novela original de Leroux. Eso sí, recuerdo haber visto varias de las versiones que se han hecho de la misma a cine (incluso tengo un vago recuerdo de una hecha para televisión hacia final de los 80/principio de los 90, no demasiado buena), y cuando en un viaje de fin de curso con el colegio nos fuimos a Londres y nos llevaron a ver el musical, me quedé anonadado. Me encantó. Por eso cuando ayer me propusieron el ir a ver la adaptación a cine, no lo dudé un instante. Y esto es lo que me pareció.
Primero, hay que decir que la película me pareció una joyita. Es de lo mejor de Schumacher, sin duda. Unos decorados espectaculares, una ambientación perfecta, una puesta en escena grandilocuente... Todo lo que pide ese musical y más. Los actores en general, bien elegidos (aunque creo que Banderas hubiera quedado mejor de Fantasma que Gerard Butler), el romance, el misterio y las pinceladas de humor bien llevadas todas ellas... Y todo esto, por desgracia, destrozado en este país. ¿Por qué? Porque al parecer a alguien se le ha ocurrido que lo mejor era doblar las canciones al castellano y que las voces las pusieran los mismos actores que interpretan el musical en Madrid. Así tenemos que tragarnos no solo unas adaptaciones de las canciones no muy buenas, la verdad, con traducciones y rimas forzadas y que en muchos casos no se adecuan a lo que aparece en pantalla. Y lo que es peor, un doblaje nefasto en las partes habladas de los principales personajes. Porque no dudo de que los señores Juan Carlos Barona, Julia Möeller o Paco Arrojo sean grandes cantantes, pero desde luego, como dobladores, son terriblemente malos, sobre todo Paco Arrojo, una de esas voces que chirrían en tus oídos cuando las oyes.
En definitiva: Una película que, por su espectacularidad, merece ser vista y disfrutada en cine, pero que, dada la cagada de traducir las canciones, es mejor esperar a ver en DVD en versión original subtitulada.
Pena que no haya ningún cine por aquí que la dé en V.O....
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